(http://personal.redestb.es/varm/Chillida.htm. Notas
Miguel Ramis)
El último gran proyecto, producto de esta concepción
del espacio, es la realización de un gran cubo
dentro de una montaña, como ya había expresado
en su escultura de alabastro «Montaña Vacía».
La inspiración le surge, según el propio
Chillida, una noche de insomnio, en donde empieza a
concebir la idea de llevar a cabo ese vacío de
una montaña, de una montaña real, como
ya había experimentado en su escultura. A través
de una entrevista en Francia en 1985, su nuevo proyecto
sale a la luz, presentándoses varias posibilidades
en Sicilia, Suiza o Finlandia, aunque las condiciones
de las propias montañas propuestas le hace rechazar
las mismas.
Sin embargo, no abandona este proyecto que, como si
fuera una obsesión, piensa y repiensa constantemente
estos últimos años. Así, acoge
con gran alegría la comunicación de su
principal colaborador, el ingeniero José Antonio
Fernández Ordóñez, sobre la existencia
de una montaña en Fuerteventura que podría
cumplir sus ideas, máxime cuando, en la misma
montaña ya existía una explotación
minera, una cantera de piedra, lo que permitiría
vincular su vaciado de la montaña con una rentabilidad
económica de todo el proyecto (o al menos, una
reducción de los costos que tal intervención
supondría).
Tras estudiar la montaña, recibió en
1994 el encargo oficial por parte del Gobierno Autónomo
Canario, para la realización de dicha obra, lo
que supone el respaldo oficial a su intervención.
Posteriormente, en 1996, el propio Gobierno Autónomo
declaró esta obra de "Interés Para
Canarias" entendida como un elemento dinamizador
cultural y económico para el Archipiélago.
Chillida ideó la creación de
un gran cubo, de 50 metros de lado aproximadamente
(lo que supone en torno a los 125.000 metros cúbicos
de piedra removidos), con dos grandes tragaluces
( simbolizando a la Luna y el Sol, como fuentes
de iluminación del hombre).
Dibujo hipotético del interior del conjunto
y los efectos lumínicos
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Esta idea inicial, sus dimensiones y configuración,
depende en gran medida de las condiciones geológicas
de la propia montaña y de la existencia
de fisuras y/o diques internos en este antiguo
cono volcánico.
Esquema del vaciado de la Montaña de
Tindaya
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El pasillo de entrada tendría unas
dimensiones en torno a los 80 metros de longitud
y 15 metros de alto y ancho, construido a un nivel
inferior que el piso del habitáculo central
lo que permitiría que desde el interior
solo se vea el horizonte y no a las personas que
se disponen entrar al conjunto.
Corte transversal de la montaña
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Toda la intervención
está pensada como un homenaje al hombre,
como miembro de un espacio especial como es este
vaciado de la montaña, con esas dimensiones
monumentales, justamente en un lugar mágico
en si mismo (para los habitantes de Fuerteventura,
Tindaya siempre ha sido un espacio sagrado, marcado
por la presencia de brujas) con elementos como
los podomorfos realizados por la población
pre-europea.
Posible vista desde el interior, frente a la
puerta
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Notas: Lo interesante de este proyecto no es si la
escultura finalmente se hará o no sino destacar
el proceso por el cual se desarrolla:
1) Una idea creativa, que es expresada a escala, como
si se tratara de una maqueta o una tentativa. En este
caso, una escultura. A menudo la visión personal
encuentra grandes dificultades para despertar el interés
participativo. Una maqueta permite a los demás
hacerse una idea del proyecto en 3 dimensiones (no todo
el mundo tiene desarrollada la capacidad espacial de
ver mentalmente figuras tridimensionales).
2) La maqueta permite al artista explorar la técnica,
las proporciones y el resultado estético.
3) Un apoyo mediático para que la idea se dé
a conocer: las soluciones pueden venir de los sitios
más inesperados: en este caso, nada menos que
de 3 países (Italia, Suiza y Finlandia)
4) El artista renuncia a emprender la obra aún
cuando tiene varias opciones para ello. No es bueno
hacer nada a menos que se esté completamente
seguro de ello. Ni apresurarse.
5) Finalmente, surge una alternativa que reúne
una serie de características:
Es en Canarias: los visitantes dejarán dinero
en el país
El clima es seco y soleado: no habrá grandes
problemas con filtraciones de agua ni drenaje
En la montaña hay una cantera: El impacto ecológico
ya se ha realizado. El proyecto permite continuar la
extracción de piedra esta vez sin afectar al
paisaje. La piedra es apta para su venta: la propia
extracción financiará la obra
6) El gobierno autonómico entiende la promoción
que una obra tal puede representar para la comunidad.
A los beneficios en términos de promoción
turística, imagen de preocupación ecológica
y económica se suman los de un nuevo punto de
interés turístico, es decir, una nueva
fuente de ingresos.
A la hora de planificar una propuesta o un proyecto
hay que tener en cuenta todos estos elementos si se
quiere conseguir apoyo político, económico
y mediático. Un proyecto bien madurado, políticamente
vendible a la prensa y que obtenga financiación
y apoyo tiene muchas posibilidades de cuajar.
Quedan todavía problemas de tipo práctico:
que a partir de un cierto momento el estado de la montaña
desaconseje la continuación de la obra. Probablemente
no poder utilizar explosivos y por tanto, tener que
utilizar máquinas de corte, con problemas de
ruido y ventilación... eventual falta de apoyo
político en caso de cambio de color en el gobierno
autonómico, etc., etc. Es decir, que aún
habiendo efectuado una buena planificación, existen
una serie de imponderables que hacen que cada proyecto
solo se cierra cuando está terminado. Si queréis
seguridad, buscad un trabajo fijo...
En este caso, la idea es brillante: Se reconvierte
una montaña en explotación en un centro
de atracción de turistas, que durante el tiempo
que duren los trabajos sigue funcionando como cantera
y por tanto, dando trabajo a los mismos trabajadores
o incluso más. Una vez finalizada, crea puestos
fijos de trabajo (guías, vigilantes...) y es
incluido en el circuito de excursiones para turistas.
La polémica entre detractores y partidarios favorece
la difusión de la idea y probablemente traiga
algún nuevo apoyo, quizás un propietario
de una mina que quiere donar unas maquinas obsoletas...
Miquel Ramis 2004
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