1) Según la tradición
griega:
Doro,
hijo de Eleno y de la Ninfa Orseida, reina de toda la
Acaya y el Peloponeso, hizo construir un templo a Juno
en la ciudad de Argos. Este templo tuvo las columnas
del estilo que hoy llamamos dórico, sin que aún
se hubiesen dictado una regla acerca de sus proporciones.
Más tarde, los atenienses enviaron 13 colonias
a Asia menor, bajo el mando supremo de Ion, hijo de
Xuto y de Creusa. Estas 13 colonias denominaron al nuevo
país Jonia. en honor a su jefe Ion y decidieron
erigir un templo a Apolo. Como desconocían las
proporciones que debían dar a las columnas buscaron
el modo de hacerlas fuertes y agradables a la vista.
Resolvieron tomar la huella del pie de un hombre y la
aplicaron en altura, descubriendo que el pie era la
sexta parte del cuerpo, de modo que le dieron a la columna
6 veces el grueso de su imoscapo, incluyendo al capitel.
De esta manera la columna dórica es proporcional
al cuerpo del hombre.
Algún tiempo más tarde, decidieron construir
un templo dedicado a Diana. Partiendo de la huella del
pie también decidieron darle la delicadeza de
un cuerpo de mujer. El diámetro de la columna
lo hicieron igual a la octava parte de su altura, para
darle un aire más esbelto. Seguidamente hicieron
la basa a modo de calzado, tallaron volutas a uno y
otro lado del capitel, queriendo imitar el cabello que
cae a bucles a izquierda y derecha.
Por medio de festones y cimacios, como cabellos arreglados
sobre la frente, adornaron la parte anterior de los
capiteles. Además trazaron estrías a lo
largo del fuste de la columna, a imitación de
los pliegues de la túnica de las matronas.
De este modo, inventaron los dos estilos, imitando
en uno la simplicidad desnuda del cuerpo masculino y
la delicadeza, el adorno y las proporciones del de la
mujer en el otro.
Los arquitectos posteriores, dejándose ganar
por el encanto de las proporciones más finas,
definieron para la columna dórica una altura
de 7 veces su diámetro y para la jónica,
la fijaron en 9 diámetros.
En cuanto al Corintio, representa la delicadeza de
una doncella. La invención se debe a que una
doncella de Corinto, apenas núbil, enfermó
y murió. Su nodriza depositó en un canastrillo
sobre su tumba algunos objetos que fueron de su agrado
en vida y tapó la cesta con un ladrillo.
Con el tiempo nació bajo el canastillo una planta
de Acanto, que con el tiempo,
empezó a echar tallos y hojas, creciendo a ambos
lados de la cesta y al subir, tropezaron con el ladrillo,
doblándose, produciendo los contornos de las
volutas. El escultor Calímaco, llamado Catatechnos
( primer artífice) por la delicadeza con que
tallaba el mármol, pasó casualmente por
la tumba y , prendado por esta nueva forma, la reprodujo
en las columnas que hizo para los de Corinto.
2) Teoría Egipcia:
(Traducción del inglés por Miquel Ramis)
Cuando los reyes egipcios de la tercera dinastía
(ca. 2900 BC) empezaron a construir sus estructuras
públicas y privadas de en piedra, los arquitectos
y canteros se enfrentaban con muchos dilemas. Entre
ellos, el más importante era el desconocimiento
de las cualidades estructurales de la piedra.
Después de todo, el análisis de resistencia
era desconocido, y ciertamente, ningún constructor
quería ver caer su recién construido templo
o palacio. La solución al dilema fue combinar
las cualidades de un material de construcción
conocido, como la madera, con las de la desconocida
piedra. Con cuidadosa precaución y mentalidad
conservadora, se aferraron a las formas estructurales
y constructivas que habían servido bien en el
pasado. Así, nos encontramos que los techos de
piedra del templo de la pirámide de Joser están
tallados en altorrelieve para imitar troncos, con sus
paredes interiores grabadas en diseños que parecen
juncos entretejidos.
Cuando los arquitectos egipcios utilizaron por primera
vez columnas de piedra para sostener sus recién
diseñados edificios de piedra, también
las modelaron a partir de los soportes vegetales, materiales
que se encuentran a lo largo del río Nilo. Estas
columnas se hicieron imitando la apariencia (y con la
esperanza de imitar también las cualidades estructurales)
de los troncos de palmeras, árboles jóvenes
y atados de juncos de papiro.
El ribeteado o acanalado de las columnas representan
los atados de papiros, mientras que los capiteles se
tallaron para imitar el follaje.
Cuando cientos de años más tarde los
griegos tomaron prestada la mayor parte de la ciencia
arquitectónica egipcia, también diseñaron
sus columnas imitando materiales naturales- que no se
encontraban en tierras griegas, sino en las orillas
del Nilo. Así, los tres ordenes de las columnas
del templo clásico griego--Dórico, Jónico,
y Corintio--evolucionaron de estilos que antes habían
aparecido en columnas de templos egipcios.
Los tres estilos mantienen el acanalado, diseño
proveniente de los juncos utilizados como pilares de
soporte en tiempos antiguos. Los capiteles de los 3
estilos están diseñados imitando el follaje
tan familiar al arquitecto egipcio. El tradicional capitel
dórico es una representación altamente
estilizada del follaje del papiro, el jónico
imita al capullo de papiro, mientras que el corintio
imita las hojas de una palmera datilera. (1)
Lecturas relacionadas:
Approaches to the Archaeological
Heritage: a Comparative Study of World Cultural Resource
Management Systems (Cambridge
University Press, 1984).
De Camp, L. Sprague. The Ancient
Engineers (Doubleday & Company, 1960).
Mansell, George. Anatomy of Architecture
(A & W Publishers, 1979).
Peet, Stephen D. Ancient Monuments
and Ruined Cities; Or, The Beginnings of Architecture
(Office American Antiquarian, 1904).
Prott, Lyndel V. Law and the Cultural
Heritage, 3 volumes (Professional Books, 1984-1989).
Trachtenberg, Marvin. Architecture,
from Prehistory to Post-Modernism: the Western Tradition
(Prentice-Hall, 1986).
US Department of the Interior, "How
to Apply the National Register Criteria for Evaluation,"
Bulletin, No. 15, revised. National Register Division,
National Park Service, U.S. Department of the Interior,
Washington, D.C., 1982.
(1)Nota 1: Como podemos ver, siempre puede haber dos
teorías divergentes pero igualmente convincentes
la hora de explicar algo. En este caso es indudable
que la influencia Egipcia es decisiva sobre la arquitectura
Griega. No obstante no es menos cierto que posteriormente,
fueron los griegos los que invadieron y dominaron Egipto.
La famosa reina Cleopatra era una griega que vivía
en una ciudad griega (Alejandría, en memoria
de Alejandro Magno) y su cultura y la de la elite gobernante
eran completamente helénicas.
Es evidente la asociación entre los capiteles
y columnas egipcias y el reino vegetal, pero en el caso
de los órdenes griegos marece más razonable
la explicación de representación estilizada
del ser humano.
Culturalmente, la civilización griega mira al
individuo, no a la naturaleza, y parece más lógico
que se inspire en los temas predominantes en su cultura.
Por otra parte, las columnas de piedra egipcia llevan
ya cientos de años en pié, por lo que
ya no es necesaria tanta cautela conservadora.
La existencia del griego no depende de las crecidas
del Nilo para su subsistencia (un hecho ajeno al hombre
y que implica una cierta mentalidad de supeditación
a la naturaleza) sino que busca su subsistencia en el
comercio, siendo dueño y responsable de su fortuna.
Precisamente este dato es el que tradicionalmente se
considera clave para el nacimiento de la filosofía
entre los griegos: el viajar permite conocer diferentes
modos de interpretar la existencia y los griegos aprendieron
a relatividad al contemplar como diferentes culturas
tenían costumbres y ritos absolutamente distintos,
pero que al final servían igualmente como reglas
de convivencia y normas sociales.
Este nuevo conocimiento es el que abre el campo a poder
plantearse un diseño de un modo completamente
nuevo, no sujeto a los condicionantes de la propia cultura,
sino ya libre para diseñar ya como creador, como
bien ilustra la historia de Calimachus y el nacimiento
del capitel corintio.
Los Capiteles clásicos
Una columnata jónica
Ver columna II
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