(Texto de Ravelli, traducido
del Inglés por Miguel Ramis )
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Tratado de Varrón:
Los conejos deben su nombre al
latín -Cuniculi- que viene de la costumbre de
excavar madrigueras para esconderse ( singular: Cuniculus="mina").
Obsérvese que es la raiz del catalán "cunill"=
conejo.
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Ya que se han expresado una gran variedad de opiniones
sobre la función del cuniculi, puede ser interesante
repasar lo que varios historiadores y expertos en diversos
temas han escrito sobre el particular.
La palabra cuniculus se usaba en tiempo de los
Romanos para indicar los pasadizos subterráneos
que se utilizaban para invadir las ciudades (cuniculus
urbem capere) y para cortarles el suministro de
agua. En su Historia de Roma, Tito Livio (59
B.C. - 17 A.D.) menciona el cuerpo de cuniculari del
ejercito romano de Camilo utilizado para la conquista
de la ciudad etrusca de Veio en el 396 a.C.
Quizás no sea coincidencia
que hayan tantos cuniculi en el área que rodea
a Veio , situada alrededor de 15 km al norte de Roma.
Quizás sea gracias a una red de cuniculi ya existentes
en el tiempo de la invasión que los romanos conquistaron
Veio y no como resultado de una excavación llevada
a cabo con propósitos militares.
Famiano Nardino fué el próximo en escribir
acerca de los cuniculi en 1647. El menciona que los
cuniculi que corren por debajo de la muralla de la antigua
Veio fueron los pasajes utilizados por Camilo para entrar
en la ciudad.
A. Nibby, quizás uno de los mas grándes
viajeros de la campaña romana, no está
de acuerdo con Nardini. En su libro Viaggio Antiquario
ne' Contorni di Roma publicado en 1819, Nibby afirma
que, en su opinión, los cuniculi estudiados por
Nardini son simplemente cloacas.
En el año siguiente, G.B.
Brocchi, en su famoso memorando explicatorio del mapa
geológico de Roma, menciona brevemente un cuniculus
descubierto al pie de la montaña Aventina en
Roma, pero no sugiere cual pueda haber sido su función.
Unos 30 años más tarde, A.E. Braun, en
una conferencia dada en 1852 se refiere a un cuniculus
estudiado al pie de la colina palatina de Roma:
"Ya que la toba volcánica,
que constituye la base de las colinas de Roma, no es
solamente frágil y sujeta a corrimientos de tierra,
sino que tambien tiene una baja resitencia a la humedad,
fue necesario un sistema especial para proteger aquellos
pantanosos e insalubres lugares habitados de los efectos
de la gravedad y del agua."
En este estudio, se propone por
primera vez el cuniculi como sistemas de drenaje para
la conquista de terrenos. Braun fué el primero
en atribuír su construcción a los etruscos;
previamente habían sido siempre atribuídos
a los romanos.
En 1857 C.H. Deschemet describe con precisión
la compleja red de cuniculi descubierta cerca de la
Iglesia de Santa Sabina en la colina Aventina de Roma,
no lejos del cuniculus mencionado por Brocchi varias
decadas antes. Estos cuniculi habían sido posteriormente
adaptados y a pesar de mucha discosuón no se
pudo llegar a una conclusión definitiva. En opinión
de Deschemet eran ramas de un aqueducto romano.
R. Canevari sugiere una nueva hipótesis sobre
la función de los cuniculi en su descripción
(1875) de las excavaciones hechas en la colina del Quirinal
de Roma para hacer los cimientos del Ministerio de Finanzas.
Los tuneles localizados en 4 diferentes niveles y ramificandose
en todas direcciones eran visibles en las capas de toba
y puzolana que forman el subsuelo de la construcción,
Los túneles a las profundidades
de 8 y 12 m respectivamente,
cada uno teniendo una sección de varios metros
cuadrados, eran indudablemente canteras subterráneas
de las cuales se había extraído puzolana
para propósitos constructivos.
Aunque los tuneles del segundo
y cuarto nivel, a profundidades de 11 y 22 metros respectivamente
eran bastante más pequeños, Canevari estaba
seguro que solo los túneles del segundo nivel
eran auténticos cuniculi. El notó que
sus paredes estában cubiertas por depósitos
calcáreos que habían sido rellenados con
material de arcilla fina, Por este notivo propuso que
habían sido utilizados como "scolo delle
acque" (drenaje de agua). Al no haber localizado depósitos
calcáreos en los cuniculi del cuarto nivel, Canevari
consideró que estos habían sido excavados
en bísca de nuevos estratos de puzolana.
Sobre la base del intento de Canevari
de fechar la totalidad de la red de tuneles, parece
que los cuniculi del cuarto nivel fueron excavados en
los años oscuros que siguieron a la caida del
imperio romano.
Father A. Secchi fué el primero en identificar
a los cuniculi como conductos para la recolección
de agua potable en las área rurales. En un interesante
artícuño publicado en 1876 Intorno
ad alcune opere idrauliche antiche rinvenute nella campagna
di Roma, Secchi describe alos cuniculi como recolectores
de agua por infintración a través del
suelo y mantiene que este era el método utilizado
para proveer de una cierta cantidad de agua a los granjeros
de la región.
Poco tiempo después de
la creación del moderno Estado de Italia en 1870
y de que Roma se convirtiera en su capital, se publicaron
varios estudios que propugnaban la vieja teoría
de que los cuniculi fueron excavados con propósitos
de drenaje. En aquella época, loe técnicos
estaban preocupados por los problemas provocados por
los pantanos que rodeaban Roma, fuente de malaria desde
los tiempos de los romanos.
In this framework P. Di Tucci, secretary of the Government
Commission for the Reclamation of the Roman Campagna
and a dedicated analyst of this problem, published in
1878 a paper entitled Dell'antico e presente stato
della Campagna di Roma in rapporto alla salubrità dell'aria
e alla fertilità del suolo. Di Tucci basically
embraces Braun's old theory, elaborates on it and comes
to the conclusion that the network of cuniculi found
in the Roman Campagna was a grandiose underground network
of drainage conduits created in Roman times. Di Tucci,
like many of his contemporaries, was convinced that
the unwholesomeness of a territory was the fruit only
of an excessive degree of humidity.2
Perhaps the theory that cuniculi were drainage works
might not have been so widely accepted had it not been
so heartily supported by C. Tommasi Crudeli, a famous
medical doctor and expert on the malaria problem which,
in those years, was such a burden to the local authorities
and the central government itself. In a famous paper
published in 1879, Della distribuzione delle acque
nel sottosuolo dell'agro romano e della sua influenza
sulla produzione della malaria, the first of many
on this topic, Tommasi Crudeli took the question to
heart. It is worth quoting his words in support of the
theory that cuniculi were excavated to reclaim the Roman
Campagna in view of eradicating malaria :
"The tufo
of volcanic origin which predominates in the Roman Campagna
is permeable to water but is much less permeable than
the soil covering it; ... The rain which falls on the
hills penetrates rapidly and easily through the layer
of soil; ... once it reaches the layer of tufo ... it
cannot penetrate it at the same speed. Thus, as soon
as there is an increase in rainfall, a considerable
quantity of rainwater is held back by the subsoil and
tends to accumulate, in varying quantities, between
the two layers. Sometimes this water stagnates because
the gradient of the surface of the relatively impermeable
subsoil (often quite different from the gradient of
the surface of the upper layer of soil) forms a sort
of basin which holds the water at length. Thus one can
often see quagmires on the tops of hills ... Once the
rainy season is over, the mud between the permeable
and impermeable layers of soil or at the bottom of the
hills turns into a swamp where, while the upper layer
dries out and cracks, there is enough humidity to create,
by means of the combined action of the summer heat and
the air which penetrates through the crevices in the
soil, an area highly favourable to the production of
malaria."
According to Tommasi Crudeli the
ancient Romans had several ways of rectifying this condition.
On the basis of the writings of Cato (234-149 B.C.)
and Columella (active in Rome from 41 B.C.) he refers
to the ditches, underground terra-cotta tubes and cuniculi.
However, it must be pointed out that neither Cato nor
Columella mentioned cuniculi in their writings.
Tommasi Crudeli explored many cuniculi. In one of these
near the Via Flaminia just north of Rome, an iron pick
used by the ancient excavator was found.3
It was composed of two elongated pyramids joined at
their bases. How ironical to think that the network
of cuniculi Tommasi Crudeli discovered near Forte Troiani
just east of Rome and illustrated as being typical (and
most often mentioned by subsequent writers), was not
intended for drainage purposes at all. In fact, this
complex network of tunnels, the cross-section of which
is typical of cuniculi, was connected to a cistern and
equipped with a perforated lead panel that filtered
the water at the point where the tunnel narrows and
enters the cistern.
Tommasi Crudeli later modified his theory on the conditions
favouring the spread of malaria. He also gave up the
idea that the ancient Romans had excavated cuniculi
and claimed that they dated back to a remoter epoch.
In his opinion no mention of cuniculi is made in ancient
Roman writings on agriculture because they were so well
known at that time. In the authors' opinion this does
not, however, explain why those writers gave such detailed
descriptions of all the other common farming techniques.
The theory proposed by Di Tucci and Tommasi Crudeli
that cuniculi were drainage works was immediately supported
by many famous experts of the day such as the geologists
R. Lanciani and G. De Angelis D'Ossat, the French archaeologist
M.R. De La Blanchère and much later the agronomist G.
Del Pelo Pardi; but it was also tenaciously opposed
by the geologist G. Ponzi who maintained that cuniculi
had served to collect spring water and A. Celli who
considered them works mainly for the purpose of having
drinking water.
De La Blanchère, in his entry Cuniculus in the
Dictionnaire des antiquités grecques et romaines
par Daremberg et Saglio (1877), made cuniculi known
abroad as drainage works. In fact, cuniculi were studied
as drainage works by other foreign scholars such as
T. Ashby, director of the British School at Rome. In
the entry he wrote for the 11th edition of
the Encyclopedia Britannica on Latium, he dedicated
an entire paragraph to cuniculi which was eliminated
in subsequent editions of the encyclopedia.
En un largo artículo publicado en 1919 ien el
Bollettino della Reale Società Geografica Italiana,
P. Fraccaro afirma que los cuniculi de la campaña
romana se relacionan a un método de búsqueda
de agua extendido por todos los países mediterráneos
y más allá de la alta meseta de Iran,
donde todavía se utiliza. Se refiere a los famosos
kanats (quanat), tuneles excavados en lugares secos,
en colinas a una profundidad destinada a interceptar
la capa freática. Los kanats tambien tienen una
serie de pozos verticales para ventilación y
extracción de suciedad, y de paso indican la
existencia y dirección del kanat que corre por
debajo.
A pesar de todo, la vieja teoría de que los cuniculi
eran canales de drenaje sigue todavía en pie.
Un grupo de arqueólogos de la British School
de Rome llevaraon a cabo un detallado estudio de los
cuniculi en los primeros años 1960, en el que
incluyeron una gran variedad de túneles de diferentes
dimensiones, funciones y edad.
Consideraron que la principal
función de los verdaderos cuniculi era la prevención
de la erosión de los valles gracias a la recolección
del agua por cuniculi excavados en paralelo al eje del
valle y localizados al pie de una colina lateral.
En un seminario sobre la formación
de la ciudad de Latium celebrado en Roma en 1977, los
cuniculi fueron todavía presentados principalmente
como trabajos de drenaje para la conquista de terreno,
y secundariamente, como obras de irrigación.
L. Quilici en su libro Roma primitiva e le origini
della civiltà laziale (1979) apoya la teoría
de que los cuniculi fueron excavados con el propósito
de recoger agua de la capa freática, en tiempos
romanos, principalmente en los primeros años
de la era imperial.4
Notas:
2 Varios años
más tarde se descubrió que la malaria
(malsania) no era un miasma emitido por la tierra
empapada sino una enfermedad transportada por un protozoo
cuyo ciclo biológico tiene lugar parcialmente
en el mosquito anofeles, que prolifera en un ambiente
pantanoso con agua estancada.
3 El hierro se utilizaba
comunmente en el Latio a partir del siglo VIII en adelante.
4 El hecho de que lugares
particuarmente favorables haya sido habitados durante
miles de años puede crear confusión cuando
se trata de datar construcciones y objectos hechos por
hombres en diferentes períodos pero localiszados
muy cerca unos de otros.
5Todas estas teorías
tienen su defecto en intentar visualizar una explicación
única, un típico reflejo del intelectual.
Para un constructor, la cosa parece menos complicada:
el origen del primer cuniculi tiene que haber sido militar
o de extracción de puzolana o mineria, pues nadie
hace un tunel en un terreno pantanoso sin un propósito
muy determinado.Ver sitios de Apolonia
y Marsella por Vitrubio.
El tunel obviamente tiene que ir siendo consolidado
con una bóveda para evitar su desplome durante
los trabajos de excavación. Si el terreno rezuma
agua, esta se filtrará entre las piedras o ladrillos
y saldrá por gravedad hacia el pie de la colina,
su punto más bajo. Su utilidad como canal de
drenaje del terreno que se encuentra por encima será
entonces obvia, como tambien el que se llene fácilmente
tras las lluvias, por lo que servirá dualmente
para ambos propósitos ( drenaje en invierno;
recogida de aguas en verano), momento en el que los
campesinos pueden tomar la idea para aplicarla en sus
tierras.
En este punto el estado, el
único que puede dedicar cientos de obreros en
una tarea tán titánica, puede decidir
desecar toda una zona para fundar una ciudad, y de paso
utilizar tambien los antíguos canales de desecación
como cloacas simplemente conectándolos con la
superficie.
El quanat de captación de agua, el tunel militar
de asalto o defensa y el tunel de drenaje no son sino
la misma cosa, a la que se le van descubriendo nuevos
usos a partir de la simple observación de lo
que sucede una vez está construído el
primer pozo horizontal.
.........
El conejo era animal desconocido de los griegos y también
de los latinos, a lo que parece. Polybios lo describe
por vez primera así: "Visto de cerca se
asemeja a una liebre pequeña, mas cuando se le
tiene en las manos se ve que es de forma muy diferente,
sabiendo también de modo distinto al comerlo;
vive la mayor parte del tiempo bajo tierra). Es una
descripción breve, pero exacta. Polybios, en
efecto, pudo conocerlo bien durante su estancia en el
interior de la Península como espectador e historiador
de la caída de Numáncia (año 133
antes de J. C.). Es de sumo interés el hecho
de que este polígrafo lo llame ckyniklos, nombre
sin duda ibérico, que debió de dar también
el latino cuniculus (pl. cuniculi; así en Plinius)
, del que procede el actual castellano de conejo. El
conejo (acaso de origen africano) era ya corriente en
pleno paleolítico a juzgar por los restos óseos
descubiertos en la Península. Strábon
(III, 2, 6) habla también de este animalito y
lo llama liebrecilla.
es.geocities.com/castellarysuhistoria/aproximacionplinio.htm
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