(Miquel Ramis)
Una de las tesis de este proyecto,
es que la práctica totalidad de diseños
de cantería y construcción, se debe a
la búsqueda de soluciones antes que a la inspiración
de un diseñador tal y como lo concebimos en la
actualidad.
Una interesante justificación de los arcos cruceros
en las bóvedas, que pone de relieve la aplicación
de sencillas nociones de geometría en los métodos
constructivos medievales, la explica con esmerada claridad
Torres Balbás75:
“Una bóveda de arista –y así
se definen tradicionalmente las romanas de sillería-
se forma por dos superficies idénticas, semicirculares,
de revolución, que
se encuentran según líneas curvas planas.
Pero al ser distinta la altura y la luz de las superficies,
como ocurre en las bóvedas góticas, sus
intersecciones son líneas alabeadas, es decir,
no planas. El constructor de la Edad Media, ignorante
de la geometría de tres dimensiones, no sabía
determinarlas para concretar su forma en el espacio,
por lo que, al imponer el empleo de las bóvedas
de penetraciones de superficies curvas necesidades constructivas,
sentimientos artísticos, gustos o modas, discurrió
ingeniosamente comenzar por construir las aristas de
intersección convertidas en arcos de círculo,
curvas planas por tanto, de fácil trazado y aparejo.
Una vez así construidas las cimbras de los
arcos fajones y de los nervios y subidos los muros laterales
hasta la acometida de los plementos arrimados a ellos,
volteábanse esos cuatro arcos y, en el caso de
haberlos, los dos formeros.
Éstos no necesitaban cimbra alguna, sustituida
con ventaja por losmuros terminados en forma arqueada
en los que encajaban las dovelas de los plementos correspondientes.
Cerrados esos arcos, sin quitar las cimbras sobre las
que se voltearon, ibanse rellenando empíricamente
los plementos alabeados, partiendo desde los arranques
angulares inferiores y sin preocuparse por que fueran
geométricamente regulares las superficies así
formadas. Para realizarlo, excepto en las bóvedas
de dimensiones extraordinarias, bastaba emplear cerchas
y aún de éstas prescindirán en
muchas ocasiones. Los plementos apoyábanse en
el trasdós de los arcos ojivos y fajones, y en
el muro o en los formeros, que hacían oficio
de verdaderas cimbras (…).”
De esta manera, con absoluta sencillez, los nervios
y arcos se convierten en formas geométricas que
hacen más fácil la construcción
de las bóvedas. Los
arcos cruceros sirven de guías geométricas
y por lo tanto de verdaderos elementos inmutables del
replanteo constructivo.
Ver :Traza del arco ojival
Ver Banco de datos: arcos
Ver:
Regla del tercio
|