(Artículo publicado
en el American City Business Journals Inc.2002. Traducción
del Inglés:Miquel Ramis)
"Una compañía americana salva antiguos
pueblos de piedra chinos y les da nueva vida en casas
en Estados Unidos". Steve Wilhelm . Staff Writer
Richard Rhodes ama la piedra vieja- su pátina
satinada, las historias ocultas en el pulido de incontables
pies durante cientos de años.
Rhodes, y su esposa, Pamela, han convertido esta afición
en Rhodes, Ragen & Smith, una compañía
de Seattle que rescata antiguos trabajos de piedra de
algunas de las civilizaciones más antiguas del
mundo i les da nueva vida en el nuevo mundo.
Rhodes, Ragen & Smith han estado comprando y desmantelando
pueblos chinos enteros, 17 hasta la fecha, y trasladándolos
a talleres donde canteros chinos vuelven a cortar la
piedra. Habilidosos trabajadores trabajan las piedras
a mano, en muchos casos protegiendo cuidadosamente superficies
erosionadas por cientos de años de uso, y las
embarcan en contenedores con destino a los Estados Unidos
para ser nuevamente ensamblados en casas y mansiones
de algunos de las personas más ricas de Anérica.
Aunque por un lado Rhodes admite que esto no es exactamente
lo mismo que conservación, argumenta que es mejor
que la alternativa de quedar 100 metros por debajo del
agua o enterrado en una nivelación de terrenos
en China.
"Sentí que estas piezas antiguas capturan
un poco del alma y espíritu de la gente que vivió
con ellos, y que esto es valioso," comenta. "
Solo compramos cosas que estén en peligro real
de desaparecer. Este es una de las directrices de la
compañía."
Algunos de los proyectos más notables de la
compañía han sido la reproducción
de un palacio japonés del siglo XV para un alto
ejecutivo de una compañía de software;
una piscina de piedra de 65 pies de diámetro
para un rico residente del valle de Napa; y una mansión
en piedra, al estilo de una casa de campo irlandesa,
para un directivo del sector cafetero de Seattle. Rhodes
declina mencionar los nombres de sus clientes, por petición
expresa de los mismos. (1)
Del mismo modo que el matrimonio Rhodes han levantado
su compañía sobre antiguos cimientos,
también han desarrollado un acercamiento que
es claramente identificable como del siglo XXI. La central
de la compañía es el centro de una red
basada en tecnología Web que enlaza clientes
repartidos a lo largo de los Estados Unidos con artesanos
de piedra en China, Indonesia y India. Solo 30 personas
trabajan en Seattle, dirigiendo los casi 600 canteros
en China.
La compañía se encuentra habitualmente
trabajando de 15 a 20 proyectos para clientes en algunos
de los enclaves más ricos de la nación:
Aspen, Silicon Valley, the Hamptons, Mercer Island.
La Web da a los clientes acceso directo a la información
y fotos que detallan el progreso de los proyectos.
Nuestros clientes no construyen para tener un techo;
ellos construyen para tener una experiencia creativa
muy poderosa.," dice Rhodes. (2)
El sistema basado en tecnología Internet da
también a los diseñadores que trabajan
en Seattle un control sobre virtualmente cada corte
hecho por sus trabajadores chinos. Trabajando con sistemas
de diseño por ordenador similares a los utilizados
para diseñar los aviones de Boeing, los diseñadores
de Rhodes mandan los diseños a China vía
Internet, en algunos casos específicos incluso
con las dimensiones exactas y ángulos de cada
corte de cada piedra.
Ya que muchos de los canteros chinos son analfabetos,
incluso en Chino, la compañía ha inventado
un "lenguaje iconográfico" para comunicarles
lo que necesitan, comenta Rhodes.
Cuando los contenedores llegan, el proyecto entero
se ensambla sin desperdicios, y sin tener que hacer
nuevos cortes o repasos. Las juntas son tan estrechas
que no pasa una tarjeta de crédito, y no se necesita
mortero. (3)
"Proporcionamos producto que está listo
para su uso. En el negocio de la piedra, nunca se había
hecho esto antes," dice Rhodes. "Estamos dirigiendo
fábricas en el tercer mundo, vía Internet."
La compañía ha crecido rápidamente
a medida que ha depurado su modelo computarizado, con
$4.8 millones ganados en 2001, un 48 por ciento sobre
el año anterior a pesar de la brutal caída
de la demanda tras el 11 de Septiembre (3).
"Estamos inmersos en un modelo de crecimiento
muy rápido. Nuestro plan es crecer quintuplicar
nuestro tamaño en 5 años," dice Rhodes.
El camino que condujo a Rhodes a convertirse en un
innovador de la cantería de piedra a través
de sistemas basados en tecnología Web fue casual.
Uno de sus primeros intereses fue el teatro, y en 1981
viajó a Italia para investigar una tesis para
un graduado de la London Academy of Music and Dramatic
Art. La tesis debía ser sobre conductas masculinas
en los dramas medievales, y Rhodes pensó que
el mejor modo de contactar era unirse a un sindicato
Italiano anónimamente. Así que se convirtió
en aprendiz de cantero y se afilió al sindicato
más antiguo de Italia(4).
Pero no pasó mucho tiempo antes de que el antiguo
trabajo, la herencia de la piedra, empezara a atraerle.
Un momento crucial fue cuando ayudó a reconstruir
una antigua pared romana en la ciudad italiana de Siena.
Dejó el teatro, al descubrir que le gustaba la
permanencia de la piedra, las huellas de la herencia
humana.
Rhodes fundó una compañía anterior,
Rhodes Masonary, en 1984 con $1,200 procedentes de una
cuenta de MasterCard . Al tiempo que la compañía
tenía un relativo éxito, gradualmente
fue siendo consciente de cual severamente los costes
en los Estados Unidos limitaban las oportunidades incluso
para un cantero especializado. "Cuando tienes que
pagar a un artesano $30 a la hora para labrar lentamente
piedra aquí, no te quedan más de 3 clientes
en Seattle que puedan permitirse contratarte,"
dijo. (4)
Los acontecimientos se precipitaron cuando Rhodes visita
los tres pantanos en China en un viaje de negocios para
comprar piedra para construír una mansión
a un rico magnate del Software del área de San
Jose.
Cuando Rhodes visitó un hermoso pueblo chino
de piedra, vio que si alguien no rescataba la piedra,
simplemente se tiraría para rellenar el dique
que estaban construyendo. Otro impacto fue ver el alto
nivel profesional los canteros chinos y cual mal pagados
estaban, gente que "ha olvidado más sobre
la piedra que lo que yo nunca sabré en toda mi
vida."
Notas:
1) Efectivamente, este tipo de actividad, aunque perfectamente
legal, no siempre está bien vista. La imagen
del anticuario que compra en pueblos abandonados o que
van a ser destruidos a precios de saldo la herencia
de centenares de años a personas que desconocen
el valor de mercado de lo que venden recuerda demasiado
a la sombra del buitre...No es casual que sus ricos
clientes no desean ver sus nombres reflejados en la
prensa.
2) Las nuevas tendencias sociológicas contemplan
un abandono del "comprar, poseer" a favor
de las de "experimentar, vivir". Esto se traduce
en que ahora se tiende más a alquilar algo que
ha comprarlo, ante la constatación de que el
placer que te proporciona prácticamente dura
lo que la novedad, mientras que los plazos hay que pagarlos
religiosamente durante años... Por tanto, "lo
que se lleva" ahora es "tener una experiencia",
de ahí la frase.
3) Por tanto, está construyendo a hueso, es
decir, piedra sobre piedra, lo que significa, si es
cierto, que habrá tenido que enfrentarse a las
rígidas normas de la construcción que
rigen en su país.
4) La historia es curiosa y reconfírma una vez
más que la voluntad y la insistencia suelen producir
sus frutos, a veces inesperados. Si un joven tiene la
determinación suficiente para trabajar de cantero
para poder ser miembro de un sindicato, para a su vez
recopilar información para una tesis, esto demuestra
unas cualidades personales que tiene que aflorar en
algún momento. Para él, fue el mundo de
los negocios, para cualquiera, es un enriquecimiento
personal en términos culturales y vivenciales.
5) Realmente, lo que esta diciendo es que el cantero
cobra tan caro que a él, como empresario, no
le es rentable contratarlo. De hecho para un cantero,
trabajar en Estados Unidos es una excelente oportunidad
siempre que se hable el idioma y se pueda uno relacionar
mínimamente con la gente de buen poder adquisitivo.
6) La historia, como todas las seleccionadas para este
proyecto, tiene varias lecturas a distintos niveles:
oportunidad de negocio, idea original, trayectoria personal
curiosa...En todo caso, una experiencia a tener en cuenta.
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