La escritura se inició en la antigua ciudad de
Uruk, situada al sur de los ríos Eufrates y Tigris,
en la Mesopotamia, en donde habitaban los sumerios
y los acadios, en el año 3500 a.C. aproximadamente.
Los sumerios construyeron la ciudad de Babilonia,
que sobrevivió unos 3 000 años, hasta que fue
destruida en el año 275 a.C. El rey Hammurabi
(2123-2081 a.C.) fue el primero en levantar un
cuerpo de leyes para regular la administración,
que incluye algunas relacionadas con la cirugía,
y que son las más antiguas que se conocen.
En 1902 se desenterró en las ruinas de la ciudad
de Susa, a donde lo habían llevado desde Babilonia
como trofeo de guerra en el año 1100 a.C., un
bloque cilíndrico de diorita
de más de 2 m de alto y 0.50 m de circunferencia,
en donde está grabado el Código de Hammurabi.
En la parte superior del bloque hay un bajorelieve
que representa al rey recibiendo las leyes de
las manos de Shamash, el dios-Sol, y por debajo
hay 16 columnas de inscripciones, mientras que
en el lado opuesto hay 28 columnas más.
Las leyes médicas se refieren a la práctica de
la cirugía y establecen los honorarios que deben
cobrarse según el nivel social y económico del
paciente, y según el resultado de la cirugía.
Algunas de ellas son las siguientes:
218. Si un médico (Asu) opera a un noble por
una herida grave con una lanceta de bronce y causa
la muerte del noble; o si abre un absceso en el
ojo de un noble con una lanceta de bronce y lo
destruye, se le cortará la mano.
219. Si un médico opera a un esclavo con una
lanceta de bronce y le causa la muerte, tendrá
que reponer el esclavo con otro del mismo valor.
221. Si un médico cura una fractura ósea de
un noble o alivia una enfermedad de sus intestinos,
el paciente le dará cinco shekels (unos 150 g)
de plata al médico.
223. Si se trata de un esclavo, el dueño del
esclavo le dará dos shekels de plata al médico
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