( El siguiente texto es una transcripción
del manuscrito original deL Padre Miquel de Petra,estudioso
de la arquitectura a finales del pasado siglo. Ref Fr.Cayetano
de Mallorca, Misceláneas historiales tomo IV.Bibl.
Vivot,reg 7058)
El Padre Miquel de Petra fué un monje Capuchino
que vivió el siglo pasado en Mallorca.
Escribió sobre varios temas, interesandose
tambien por la arquitectura. Por el encabezamiento del
documento puede que fuera miembro de alguna sociedad
como la de "amigos del País".
Los dibujos ( Diccionari de la Construcción
de Miquel Fullana) ilustran las medidas
tradicionales de Mallorca (En Menorca son otras)a
las que hay que descontar 2 cm para las juntas, es decir,
un "Gruix de rei", por ejemplo, no tiene 80x40x25, sino
78x38x23 aprox.
Transcripción del Texto:
"...Un individuo de esta H.Sociedad que ha
tenido la curiosidad de hacer algunas observaciones
sobre la Arquitectura que se introdujo en esta isla
después de su conquista, ha formado el concepto de
que, si bien aquellos primeros facultativos, olvidada
o abandonada enteramente la (arquitectura) Griega y
Romana, se dejaron arrastrar de la corriente Dórica,
que dominaba y era común en aquellos siglos;
pero entre esta ignoráncia, desídia y
mal gusto, nos dejaron señales de que ahora conservara
alguna idea de la verdadera hermosura, que resulta de
la correspondencia de las partes que componen el todo
de un edificio.
Con este afán deseando desterrar de nuestra Isla
la irregularidad moruna, y darle a esta Ciudad un cierto
grado de hermosura que la hiciese agradable, señalaron
medidas determinadas a la sillería que comunmente
se usa, conocida bajo el nombre de MARÉS; y a
lo que parece, se hizo esto con autoridad pública,
pues en el año 1570 se puso publicamente en el
Zaguan , o primera entrada de las Casas Consistoriales
del M. Y.Ayuntamiento, un ejemplar de lo ancho y alto
que deven tener los sillares, legalizando estas medidas
con gravar en ellas las Reales Armas de Aragon.
Pensaron aquellos sabios, que con este arreglo irremisiblemente
adquiriran nuestros edificios una cierta uniformidad
en que mantuviera la hermosura entre la misma construcción
desarreglada.
Ni fueron estas medidas tan arbitrarias, que
no las arreglasen aquellos Profesores por las máximas
de PROPORCION, SOLIDEZ y COMODIDAD; pues
la proporción de 3.4.5 que dieron al sillar,
que tomaron por unidad, y que por esto llamaron
( y se llama tambien en el dia) PIEDRA o CUADRADO,
dándole un palmo y medio de altura, dos de longitud,
con dos y medio de latitud, o anchura es una proporción
admitida entre todos los Arquitectos. El asiento
de una carrera de sillares sobre otra con un palmo
de travazón a una y otra parte es más que
suficiente para la firmeza y consistencia de una
pared. |
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Y finalmente un sillar de las medidas señaladas
es tambien cómodo y fácil de manejar,
tanto para los Canteros que lo cortan, como para los
Maestros de obras que edifican.
Desde aquellos primeros siglos parece que conservamos
el contar muchas cosas por dozenas,
y se entiende que esta era modo común y usual,
pues siempre se han calculado así los sillares
de esta calidad, expresandolos por DOCENAS o CARRETADAS;
palabras que se usan como synonimas, siendo la docena
una carretada. Los Maestros
de Obras del País llaman anchura a lo que parece
devia tomarse por la longitud; porque como los sillares
deven juntarse, y formar carrera por el lado que tiene
dos palmos, concideran la longitud y latitud con respecto
a la carrera, y no al sillar por si solo.
y esta una docena de sillares de las medidas señaladas:
en este inpuesto, juntandose doce sillares por los lados
que tienen dos palmos, será la docena una carrera
que tendrá veinte y quatro palmos de longitud,
con dos y medio de latitud, y uno y medio de altura,
sobre lo cual son obvias las reflexiones siguientes:
El Maestro de Obras menos instruído sabe que
en cada uno de los altos de un edificio se ha de disminuir
el grueso de las paredes para aligerarlas de peso que
podia ser causa de su ruína: por lo que parece
que aconsejaron nuestros Maiores ( se ignora si hay
ley particular que lo determine) acordaron, digo, que
la docena de sillares, o mas bien, los veinte y quatro
palmos de sillería que forman la docena se dividiesen,
o cortasen en sillares de varia longitud, para que canviando
esta con la latitud, quadrasen todo el grueso de las
paredes, y con este fin, es ahun corriente el sacarse
de la cantera sillares de cinco palmos, de quatro, de
tres, y de dos, para que si el edificio ha de tener
quatro altos se pueda usar de los primeros en el piso
bajo, de los siguientes en el segundo, tercero y quarto
disminuyendo un palmo del grueso en cada uno de los
altos: si el edificio no tuviese mas que tres altos,
los sillares de segundo orden servirian en el piso bajo,
los del tercer orden para el segundo , y los del cuarto
para el tercero, y asi sucesivamente para dos altos,
y para uno, todo lo cual concuerda con las reglas que
los Arquitectos mas clasicos señalan para el
grueso de las paredes.
Los edificios antiguos mas notables como son las Yglesias
Catedral, Sta Eulalia , San Miguel y las otras Parroquiales;
los Conventos de Sto Domingo, San Francisco, La Lonja
de los Comerciantes, las Casas del M.Y.Aiuntamiento
y otras de varios particulares nos ofrecen otra reflexión;
y es, que aquellos primeros Maestros de Obras siempre
colocaban los sillares de cabeza en las paredes, con
lo que davan todas las superficies extensiones iguales,
ahunque fuesen desiguales los sillares, de modo que
cada uno de por si manifiesta un palmo y medio de alto,
con dos de ancho, y la travazón de una carrera
con otra es de dos palmos u cuarto. Con este arreglo
se pueden levantar con toda solidez paredes de maior
grueso, sin faltar a la uniformidad exterior: como por
ejemplo; una pared de seis palmos de espesor estara
bien construida con sillares de quatro palmos, y quadrados
de lecho sensillo, que vulgarmente se llama LLIT SERRAT,
haciendo alternativa de unos y otros en cada carrera,
y en una y otra parte de la pared: si ha de tener siete
palmos saldra solida construcción con sillares
de quatro palmos, y de tres alternados del mismo modo:
la de ocho palmos con sillares de cinco, y de tres palmos:
la de nueve con los de cinco, y de quatro, combinando
de este modo los sillares para las paredes de maior
espesor, en la inteligencia de que las medidas determinadas
han de ser estando los sillares escodados y labrados
para enviar en la construcción; y no como vienen
de la cantera, este es el modo de edificar que vemos
constantemente seguido hasta principios de siglo, no
solo por los edificios indicados, sino tambien por las
murallas de la Plaza, y casas de Particulares, en las
que solamente los lienzos y paredes que se han levantado
en nuestros dias estan tan desaregladas y faltas de
solidez, que si no se remedia con el tiempo, subscribiendo
los edificios llegara a ser esta Ciudad de las desagradables
de España, y a poco masomeno sera un monton de
escombros con peligro de sus Moradores.
La desidia o codicia de los Canteros, y el disimulado,
u ignorancia de los Maestros de Obras ocasiona esta
fealdad y perjuicio en los edificios, y causa gastos
considerables a los dueños de las fabricas.
Los Canteros, sin saberse con que accesoriedad usan
de dos medidas para cortar los sillares; una que llaman
de grueso ordinario, y otra de grueso de Rey: a la primera
le falta mucho de cada una de las dimensiones; de modo
que la docena, con los veinte y quatro palmos apenas
llegan a veinte y un palmo quando sale de sus manos;
y por consiguiente no exceden de diez y ocho palmos
despues de escodados los sillares; sucediendo proporcionadamente
lo mismo en la latitud y altura. Se puede suponer de
buena fe, que los Canteros actuales no obran en esto
con malicia y dolo, sino que asi lo han visto practicar
a sus anteriores, y lo que es un abuso intolerable pasa
ya entre ellos por ley inconcusa.
En esta foto vemos un antíguo muro de
contención. El lado izquierdo es el paramento
visto, que dá a una calle. El derecho ,
una antigua terraza de tierra,ha sido excavado,
quedando el muro por tanto desplomado hacia este
lado.
( Img: c/General Luque, Inca.) |
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En la ampliación vemos claramente como
todos estos sillares están colocados del
modo tradiciónal que comenta el padre Miquel
de Petra:
El lado más largo es el que se coloca
para formar el muro. |
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Pero si alguno quisiera atribuirlo a la codícia,
diga con algun fundamento, que como los sillares se
venden por docenas, seran necesarias emplear muchas
más docenas si se dan disminuidas y con eso tienen
mas ganancia. En efecto, se sabe que el religioso Capuchino
que cuidó de la construcción de su nuevo
Convento tiene calculado que en todas las paredes regulares
de aquel edificio han empleado cinco carreras de sillares
más de lo correspondiente al haviese dado la
medida legal. Si se tuviese la curiosidad de calcular
el importe de toda esta sillería, de su conducción,
de la colocación en las paredes, y de los materiales
y jornales de Maestros, y Peones."
Notas:
(1) 3x4x5 : Esta medida es la del triángulo
de pitágoras, ya recogido en el texto de
Vitrubio, del que probablemente se extrajo.
(2) Docenas.El huevo es de los pocos
bienes que se sigue vendiendo por docenas.
(3) Carretada: La cantera suministraba
las piedras por carretadas, es decir, siempre el mísmo
volúmen independientemente del corte en más
o menos piezas.
Como podemos ver, ya hace 100 años las cosas
no se hacían como "antiguamente". El uso de los
cementos ha supuesto la pérdida de un inmenso
patrimonio tecnológico en manos de Maestros cada
vez más faltos de oficio.
Tallant de marés
Verduc
Vieja cantera en la costa
(ses covetes)
Portal de Mirador (Este)
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