Lo primero que llama la atención al
llegar al puente es el perfecto encaje de su sillería
de granito.
Los arcos de medio punto están alternando
con unas pequeños arcos de medio punto.
La función de estos arcos es permitir que
el agua no aumente la presión de empuje
sobre el puente en las crecidas del rio. Se no
ser así, el agua golpearía frontalmente
los lienzos de muro que se encuentran entre los
arcos y podría llegar a debilitarlo o incluso
a derribarlo. SU nombre define su funcón:
aliviaderos. |
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Desde el puente, vemos que la barandilla está
coronada por enormes sillares. |
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Estos sillares se encuentran machiembrados unos
contra otros por la mísma razón: dificultar
cualquier movimiento lateral debido una crecida
o a un asentamiento. |
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En el lado que baja la corriente el puente está
provisto de tajamares que a modo de cuñas,
cortan la corriente desviando la presión
del agua a los arcos, |
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El puente, aunque denominado romano, ha sufrido
tantas reformas a lo largo del tiempo que resultaría
más adecuado considerarlo una mezcla de
partes romanas, visigóticas y medievales.
Se distinguen perfectamente las partes originales
romanas, con una terminación en almohadillado
que contrastan con las de la parte superior, posiblemente
medievales, que constituyen la barandilla |
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En el otro lado del mismo arco vemos que los
sillares ya no están almohadillados y que
tampoco tienen las los agujeros redondos de las
pinzas con que los romanos levantaban los sillares
y dovelas mediante gruas.
Ver foto completa en
la que se distinguen las partes derecha, izquierda
y la barandilla superior. |
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En esta vista en perspectiva podemos
ver la impresionante longitud del puente y podemos
imaginar las complicaciones técnicas que
tuvieron que afrontar sus constructores |
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Un exámen más detallado
nos permite ver que el lecho del puente ha cedido
en varios tramos. La línea inferior marca
la altura teórica de las claves de arco.
Como vemos, a excepción de las tres primeras
y de las 2 señaladas con la flecha, todos
los demás arcos se han hundido en el lecho,
increiblemente sin romperse, lo que habla por
si mísmo de la flexibilidad de la construcción
de sillería a hueso ( sin cemento).
El puente se sigue viendo recto desde arriba
ya que en épocas posteriores se fueron
colocando nuevas hiladas en la parte superior
para recuperar la horizontalidad de la calzada. |
La anchura del puente cambia a medio camino,
lo que indica que las reconstrucciones no respetaron
el diseño original romano.
En la parte central del puente se puede ver la
típica combadura que fuerza la evacuación
del agua de lluvia hacia los accesos al puente
y los desagues laterales.
Al fondo la puerta de acceso. En la edad media
se solía cobrar para permitir el paso por
puentes, a modo de las actuales autopistas de
peaje. Nada nuevo bajo el sol. |
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En esta reconstrucción los canteros ya
no son tan cuidadosos y los sillares de la barandillacarecen
del machiembrado original. |
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En estas reconstrucciones el puente no tiene
tajamares sino contrafuertes planos. Tampoco de
aliviaderos:se ha perdido completamente los conocimientos
del arquitecto-ingeniero romano.Los nuevos constructores
se limitan a hacer una estructura sólida
por imitación sin entender ya su comportamiento
estructural.
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En la parte central del puente existe una rampa
de acceso a una isla, en lado contrario de la corriente.
Adosadas a la rampa, arquerías de medio punto
en ladrillo soportadas sobre pilares de granito
y rellenas de opus incertum ( construcción
con piedras irregulares. Posiblemente diseñadas
para contrarrestar el empuje de la corriente y servir
como apuntalamiento al puente. |
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Rara muestra de talla en un sillar del arranque
del primer arco del lado de la ciudad de Mérida.
Se tienen muy pocas muestras de marcas de cantero
o talla de canteros romanos en puentes, por lo
que el glifo tiene un valor especial.
( Img://traianus.rediris.es/) |
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