(Miquel Ramis)
Cuanto estrenamos
un tornillo de apriete, vemos que las mordazas tienen
una excelente precisión. Al cabo de un tiempo
esta precisión se pierde.
La razón es que habitualmente
utilizamos solo uno de los lados del tornillo para cortar,
limar, las piezas, con lo que acaba por doblarse ligeramente,
perdiendo su balance.
Si colocamos una pieza en el lado 1, debemos colocar
otra del mísmo grososr en el lado 2 para compensar
el apriete asimetrico.
El colgador sostiene diversos gruesos destinados a
ser colocados en el otro lado de las mordazas, con lo
que este siempre trabajará compensadamente.
Los diferentes gruesos permiten múltiples combinaciones
y el tubo que tienen atravesado en la parte superior
impide que se resbalen en el tornillo. Este sencillo
útil mantendrá siempre al tornillo de banco en
excelentes condiciones de agarre.
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taller
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