En Artifex tenemos una querencia especial por
el gótico. Un período único
en el que el cantero disfrutó de consideración
social, movilidad geografica y libertad expresiva
para decidir el enfoque estilístico de
cada encargo del maestro de obras.
Como resultado de esta combinación única
de circunstancias (creatividad de la talla, heredada
del románico y encaje en el conjunto diseñado
por el maestro de obra, canteros"free lance"
en un contexto de rigurosidad técnica y
orgullo profesional...) el gótico es el
estilo arquitectónico más atrevido,
un alarde de equilibrio y conocimiento que se
traduce en espacio y luz. |
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Monstruos entrañables oteando el horizonte. |
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Felinos de piedra con alas. |
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Gárgola inspirada en un modelo tradicional
en barro. |
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Boris tallando una réplica del conocido
"penseur" de Notre Dame. |
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Otro pequeño pensador reflexionando sobre
la existencia. |
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La posibilidad de conseguir emociones en la
piedra es un punto de inflexión en la evolución
del cantero y el escultor. La Furia, el miedo,
odio, sorpresa... proporcionan a las caras la
vida que las diferencia de las tallas "petrificadas",
sin expresión.
Jaume aplicandose en esta mensula de hombre que
grita. |
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En el gótico, nada es casual: el tamaño
desproporcionado de las orejas puede aludir a
alguna historia local, otra veces es la mirada,
señalando a algun punto concreto, o sutíles
críticas a la sociedad de la época
cuyo contexto se ha perdido en el transcurso de
los siglos.
Tambien era costumbre el retratar a los notables
de la ciudad, que aportaban dinero a la obra.
Así que muchas de estas tallas representan
o caricaturizan a personajes que existieron en
realidad. |
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