(Miquel Ramis)

Rentabilidad de las canteras:
Aunque existen canteras que van cubriendo gastos al trabajar una familia y tener una vieja maquinaria de corte ya amortizada, la explotación actual de una cantera es muy difícil pues prácticamente no se cubren gastos. La única salida es la de poder manufacturar la piedra en factoria propia y vender piedra elaborada lista para la construcción. Es el tiempo de los empresarios centrados y modernos que a base de ingenio y previsión son capaces de ofrecer al mercado un producto a precio razonable.

Impacto ecológico:
Como hemos visto, las canteras de Santanyí se extienden un máximo de unos 300 metros y la profundidad no pasa de los 4 metros, por lo que no suponen un impacto irreversible sino muy sencillo de subsanar: Simplemente devolviendo a la cantera los restos de la elaboración de la fábrica en los mísmos camiones que vienen a cargar las piedras en bruto se devuelve la mayoría de material a su posición original.

Una segunda vida para las canteras:
En un territorio de recursos limitados, parece un derroche de esfuerzo y dinero hacer una excavación y grandes movimientos de tierra para hacer celleres , depósitos de agua , sótanos o discotecas que al final siempre acaban sobresaliendo del suelo del suelo mientras que se dispone de canteras vacías con paredes y suelo de piedra, que por tanto no precisan de grandes cimentaciones ni muros de contención y que por tanto, costarán una fracción de lo que supone hacerlos en otro tipo de suelo.

Por otra parte, la profundidad de 4 metros es la ideal para la edificación de un celler abovedado, cubierto con una capa de 1 metro de tierra que al tiempo que elimina cualquier huella de excavación, proporciona al celler una protección térmica perfecta para el almacenamiento de botellas de vino, por ejemplo.

El dueño de la cantera ya no va a extraer mayor provecho de una cantera agotada y habitualmente carece de recursos para volverla a cubrir de tierra, por lo que estará dispuesto a ofrecer un alquiler bajo a cualquier empresa o ayuntamiento que efectuara allí una inversión.

Otras alternativas de explotación son las sugeridas por el proyecto www.lithica.com dirigido por Leaticia Sauleau en Menorca: gran espacio con excelente acústica para conciertos al aire libre, locales de ensayo para bandas musicales, exposiciones al aire libre o actividades culturales, talleres de todo tipo .

Las lisas paredes de una cantera cortada por hilo de diamante y el suelo plano son ideales para instalar una pista de paddle o de tenis, lo que elimina prácticamente la necesidad de colocar las antiestéticas mallas y rejillas. Unicamente necesitan de un toldo-malla que además de impedir que las pelotas salgan fuera, proporcionaran algo de sombra a los jugadores. Tambien son ideales para instalar un rocodromo, donde puedan entrenarse los aficionados a la escalada libre, el rappel y la tirolina.

Finalmente existen un tipo de actividades que generan ruído, y que nadie desea en su cercanía: las paredes de una cantera están situadas en zona rústica y ejercen tambien de pantalla acústica. para cualquier sonido que se genere en su interior: pista de trial para motos, discotecas al aire libre en verano, talleres de artesanía que generen polvo, ruído o escombros, etc... actividades todas ellas que además pueden coexistir en diferentes horarios.

Es evidente que las canteras abandonadas suponen un importante recurso lleno de posibilidades. Solo es necesario imaginación y colaboración entre inciativa privada y administración para que puedan reactivarse. Las posibilidades son tan variadas como sea la imaginación de promotores y ayuntamientos.

Paredes y suelos firmes de piedra perfectamente cortados a escuadra: la mitad del trabajo está hecho y no hace falta cimentación.
Pared lisa y suelos planos: una pista de paddle lista para su uso
Esta paredes lisas y suelos de piedra permiten levantar directamente tabiques laterales: con muy poco esfuerzo se consiguen talleres para actividades diversas.
Las paredes funcionan como pantalla acústica ya que la mayor parte de las ondas sonoras no logran salir de la cantera.

Evidentemente hay que solucionar el problema del drenaje para casos de lluvia intensa, pero si las canteras han podido ser explotadas durante siglos sin necesidad de ingenieros expertos en drenaje, se supone que con el asesoramiento de profesionales menos problemas deberían existir.

Ver Santanyí I : La extracción manual
Ver Santanyí II: la primera mecanización
Ver : Entrevista a Sebastiá Caldentey
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