En estos tiempos en que políticos , empresas
y comentaristas usan y abusan de algunos términos
( ecológico, verde, sostenible, excelencia...)
resulta apropiado parar un momento a reflexionar sobre
el verdadero significado de las palabras. Excelencia
puede ser un buen pretexto.
Etimología
Excelencia: del lat. excellens-tis 'sobresaliente'.
Expresa cualidad en el más alto grado.Que sobresale
sobre la media. Nivel máximo de excelente. (
1:bueno, 2:mejor, 3:excelente)
Resulta curioso que, aunque el contrario (antónimo)
de excelente sea malo, el de excelencia sea
defecto. También que calidad
no tenga contrario...
Sentido
Vivimos inmersos en la velocidad. Lo nuevo de ayer
será viejo mañana y consumimos vorazmente,
como adictos, cualquier oferta que lleve impresa la
palabra "New", "Nuevo". Si bien
es adecuado consumir inmediatamente un plato de pescado
o una fruta fresca, puesto que mañana estarán
caducados, no sucede lo mismo con las obras o trabajos
que llevan un largo proceso de ejecución.
Un record guiness de la salchicha más grande
del mundo recibe la misma atención que el desciframiento
del genoma humano: exactamente un titular de un día,
que al día siguiente será agua pasada.
Esto nos lleva a una baja o nula consideración
social por el trabajo bien hechos, la profundidad, el
corredor de fondo.
Llevado al campo de la enseñanza de los oficios,
resulta simplemente imposible formar a un maestro cantero
en un curso de 200 horas, como resultaría imposible
formar a un cirujano, un equilibrista o un músico,
por citar algunos ejemplos de actividades que exigen
un alto grado de coordinación neuromuscular.
Las escuelas rebajan el nivel medio para que los alumnos
puedan aprobar. Los exámenes de policía
rebajan sus requerimientos para adaptarse al menor número
de solicitudes.
Estamos actuando como si, a falta de futbolistas de
primera división, tuviéramos que rellenar
la liga con jugadores de segunda B para mantener atenta
a la audiencia, y lo peor es que apenas somos conscientes
de ello.
Resulta evidente que una competición con malos
atletas no daría el nivel, y la asistencia del
público decaería, por lo que las consecuencias
económicas se harían notar. Igualmente
, unos hospitales con cirujanos mediocres harían
disparar el índice de mortalidad en los pacientes
y crearían una enorme alarma social.
Por tanto, en estos casos, parece que existen mecanismos
de autorregulación ( público, finanzas,
alarma social...) que hacen innecesaria una intervención
estatal.
Pero, ¿que ocurre con la construcción?
La construcción funciona como hace 4500 años:
es un trabajo manual, ladrillo sobre ladrillo, y por
tanto, por definición, es un arte, el arte de
la construcción.
Pero en poco menos de 30 años hemos pasado de
tener un alto nivel medio de oficio en los maestros
albañiles, a una situación en que las
empresas no encuentra trabajadores ya no experimentados,
sino que simplemente presten un mínimo interés
a lo que les rodea, más allá de la paga
mensual y del móvil.
Consecuencias evidentes:
La consecuencia más evidente es la brecha generacional
que se abre entre los viejos maestros que se jubilan
y la avalancha de emigrantes que los sustituyen, una
mezcla de ingenieros nucleares de los países
del este y africanos o latinoamericanos con graves problemas
de comprensión de lenguaje o idiosincrasia (
no por hablar el mismo idioma se piensa de la misma
manera)
Consecuencias menos evidentes
Paralelamente a este descenso en picado del nivel medio
de la cualificación profesional, el sector ha
experimentado un ascenso vertiginoso del número
de regulaciones, licencias, certificados y cualificaciones
que son necesarias para hacer la más mínima
obra.
Por tanto, se ha creado una situación en la
que:
-Políticos y legisladores levantan una compleja
estructura administrativo-burocrática destinada
a legislar, regularizar, garantizar que las obras se
efectúen con los niveles adecuados de calidad,
seguridad, durabilidad, legalidad.
-Promotores y constructores contratando abogados, gestorías,
inspectores, obteniendo permisos y certificaciones,
pagando religiosamente las tasas y documentando escrupulosamente
los requerimientos.
- Mano de obra: Finalmente, la obra se pone en marcha.
Pero el material humano disponible tiene una formación
ínfima en el oficio, está desmotivado
y no tiene ningún aliciente si hace el esfuerzo
de trabajar bien en lugar de trabajar mal.
El resultado:
El arquitecto viene a la obra una vez a la semana de
promedio ( visita de obra), habitualmente una mañana,
siempre el mismo día. No hay visitas sorpresa.
La visita la hace junto con el contratista, algún
proveedor y se coordinan los trabajos pendientes con
el encargado. El control de la obra es, cuando menos,
mejorable.
Al no haber un buen nivel medio de profesionalidad, la industria fomenta en
lo posible los prefabricados, los sistemas que se preparan
en un taller y minimizan el tiempo de instalación
en obra. Así, en lugar de levantar tabiques de
ladrillo y revocarlos con un mortero, se procura traer
grandes paneles de cartón mezclados con yeso
(pladur) para, en unos días, hacer el trabajo
con el mínimo de errores y logística.
Los morteros vienen en sacos premezclados, a un coste
astronómico en relación con el material
a granel. Se pretende evitar el riesgo de que el peón
se equivoque al hacer la mezcla y en lugar de poner
5 partes de arena y una de cemento (aparentemente nada
complicado) acabe proporcionando 7 tonalidades distintas
a la obra, por haber variado la proporción según
el humor del día, y naturalmente, haber comprometido
la norma UNE correspondiente. Y haber hecho este trabajo
con un bajo nivel de productividad, que al final es
dinero.
Como a pesar de todo es necesaria una mínima
habilidad para aplicar el mortero, y unos conocimientos
del grado de humedad del soporte, velocidad de deshidratación
en verano, grosor de la capa a aplicar, regularidad
en la aplicación... se añaden colas y
resinas para aumentar la resistencia.
Por tanto se invierte en las fábricas y
materiales y no en la mano de obra, casi como si
quisiéramos eliminarla del proceso constructivo.
En lugar de colocar piedra estructural se aplica una
piel de finas baldosas de piedra sujeta con adhesivos
epoxídicos, con una estabilidad al tiempo y a
los cambios de temperatura ciertamente dudosa, por decirlo
suavemente.
El resultado es una obra que a primera vista resulta
atractiva, pero que debido a la defectuosa instalación
y vida útil media de los materiales utilizados,
envejece pronto y mal. Por tanto, el eslabón
débil de la cadena ( obrero) ha hecho ineficiente
toda esta compleja coordinación. De la misma
manera, el mejor corredor del mundo no podrá
correr si tiene problemas en sus pies. Y los trabajadores
son el cimiento del que depende todo el edificio.
Agravios comparativos:
Una casa tradicional mallorquina, con sus gruesas paredes
de piedra y mortero pobre de tierra ( que no pasaría
una homologación en la actualidad) insiste tozudamente
en demostrar, 300 años después de levantada,
es una propuesta constructiva suficientemente sólida
y estable en el tiempo.
Una "promoción" ( Los promotores ya
no llaman "casa" u "hogar" al resultado
final, ¿traición del subconsciente? )
contemporánea es ya vieja a los 15 años.
Baldosas que se mueven, tuberías que pierden
agua, grietas en las paredes, humedades, eflorescencias
de sales en las paredes...
Es sencillamente imposible: si hemos sustituido "morteros
pobres de tierra" por "morteros homologados
en laboratorio", hemos colocado imponentes cimientos
trufados de acero, anillos de hormigón armado
en cada piso, colocado durísimo gres en lugar
de la humilde baldosa de barro... ¿ puede ser
que algo falle?
¿ puede que "mejores" ingredientes
no garantízen un mejor plato? ¿ Ha llegado
el momento de reivindicar el papel del cocinero?
Capítulo aparte se merece la bajísima capacidad aislante de los
muros y techo : una casa congelada en invierno y sofocante
en verano. Que precisa la instalación de derrochadores
sistemas de calefacción y refrigeración.
Con paredes finas como papel a través de las
que oímos las toses del vecino del lado o los
pasos del que vive en el piso de arriba. La falta de
intimidad y privacidad que de ello se deriva.
La construcción bioclimática
con gruesos muros de carga reduce la incidencia de estos
problemas: sencillez estructural probada, y también
logística, permiten un mayor control de la calidad
final. Menos hierro y cemento, más piedra, tierra
y cal.
Excelencia ( propuesta de definición):
La excelencia es el estadio superior al que aspirar
tras un proceso serio y estructurado de mejora real.
Los árboles no nos dejan ver el bosque. Los sistemas
y mecanismos de control utilizados precisan de ser replanteados
teniendo como único objetivo el resultado final,
no el mutuo descargo de responsabilidades entre legisladores,
promotores y constructores.
Deberemos replantearnos la necesidad de recuperar el
viejo concepto de "arte de la construcción"
y el de "maestro albañil", "maestro
cantero" que antiguamente significaba respeto social
por los conocimientos acumulados y volcados en su quehacer
diario, del cual nos beneficiábamos todos.
¿ que se puede esperar de trabajadores que no se respetan a si mismos
y que están deseando encontrar otro trabajo mejor
pagado y menos cansado, menos peligroso, menos sucio...?
¿ Alguien recuerda la historia del campesino
y el burro?
La historia iba de un campesino que decide reducir
progresivamente la comida al burro para ahorrar. El
sistema le funciona estupendamente mientras el burro
adelgaza progresivamente, hasta que un día...el
burro se muere de hambre...
La industria de la construcción mueve cifras
astronómicas, pero solo un porcentaje ínfimo
revierte en la formación de los trabajadores
que la sustentan.
La industria de la construcción deberá
sufrir una fuerte reconversión, semejante a la
experimentada por la siderurgia en los años 80.
No va a ser posible recolocar a todos los que trabajaban
en el mismo sector, puesto que este tendrá que
volver a su tamaño normal, no al hiperinflado
de los últimos 5 años.
En esta tesitura, ¿no será más
lógico centrarse en la formación de aquellos
que se muestran más capacitados, más inquietos
y deseosos de labrarse un futuro ?
Solo aquellos que tienen la disposición y capacidad
de aprender podrán alcanzar el título
de "maestro albañil" o "maestro
cantero". Pero su esfuerzo debe ser recompensado
con un salario mas acorde con sus conocimientos y su
grado de incidencia en la calidad final de la obra.
Solo ellos podrán actuar de correa de transmisión
de los conocimientos asimilados al resto de trabajadores
no especializados de la obra.
En un sector con una altísima rotación de personal resulta más
inteligente invertir en aquellos que tienen la intención
de permanecer, y progresar, en la
obra. Apliquemos el sentido común. Pensemos constructivamente...
Excelencia: Propuesta de actuación:
1)Reestructurar las categorías laborales del
sector de la construcción en razón de
los conocimientos aportados y la incidencia que el trabajador
tiene en la calidad final del producto.
En Artifexbalear recibimos periódicas peticiones
de empresas de construcción y marmolerías
en busca de profesionales formados...pagándoles
el salario del sector, de oficial de 2ª.
¿ Donde está el aliciente para que la
gente haga el esfuerzo de formarse?
¿ no preferirá trabajar, por el mismo
sueldo, en un supermercado? ( aire acondicionado, música
ambiental, carretilla elevadora eléctrica, posibilidad
de ligar...?
2) La capacidad demostrable tiene que tener un precio
justo. Vayamos al centro del problema. Tenemos un libro
de la construcción en el que se detallan proceso
a proceso todo lo que necesitamos saber( material consumido,
horas oficial, horas peón, productividad/hora...)
Si alguien es capaz de realizar un trabajo concreto
con la calidad esperada y dentro de unos estándares
de rentabilidad, entonces es un profesional que proporcionará
beneficios a la empresa que le contrate.
3) Entender al trabajador. El que alguien se vea obligado
a aceptar un salario bajo no significa que sea tonto.
La mayoría de albañiles se siente agraviado
ya que la misma obra un fontanero, electricista, carpintero
o técnico en calefacción facturan a 20
y 30 euros/hora), mientras que él no llega a
los 10 euros/hora.
La reacción de muchos de ellos es "si me pagan poco, trabajo
poco". Otros llegan al "si me pagan
poco, trabajo mal". Frustración, rencor,
inadecuadas reacciones. Pero no toda la culpa es suya.
Es posible invertir la situación, pero hay que
escuchar, entender ...y actuar.
4) Excelencia= Eficiencia: Los mayores costes de un
maestro albañil o cantero quedan amortizados
por su mayor eficiencia. Motivado, bien pagado, amortizará
este coste con excelencia y eficiencia.
5) Sinergia: Un maestro albañil o cantero, respetado
y bien pagado resulta el mejor estímulo para
el resto de trabajadores de la obra:
De repente, hay una posibilidad de progreso económico
y social en la misma obra, y por tanto, una recompensa
al estudio y a la formación.
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