El interior muestra la
habitual disposición de tres naves, una
nave central con bóvedas de crucería
flanqueada por 5 capillas
laterales cubiertas con bóvedas de arista
a cada lado.
( Img:Patio de la rectoría.
Muro adosado a la iglesia.) |
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La bóveda de crucería ogival
es típica del gótico y permite elevar
la altura de la nave al tiempo que abrir grandes
aberturas (vitrales) por las que penetra la luz.
A través de agujeros practicados en la
bóveda, se colgaban lámparas que
permitían iluminar la nave. Ocasionalmente
tambien se colocaban inciensiarios, para perfumar
el ambiente en las grandes celebraciones, como
el famoso botafumeiro de Santiago de Compostela. |
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La bóveda de crucería ogival
se forma cruzando unos arcos de piedra llamados
nervios (1) que forman una cimbra permanente sobre
la cual se coloca la plementería (2): un
fino embaldosado de piedra que forma el techo.
Los nervios de piedra se encuentran en las claves
de bóveda , decoradas con unos pinjantes
generalmente decorados por tallas o efemérides.
La bóveda está además cruzada
por unos arcos de diafragma que van de lado a
lado de la bóveda, llamados arcos fajones
(3) que como una faja, refuerzan la estructura,
de ahí su nombre.
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| Sobre el altar, una bóveda
de cuarto de esfera en forma de concha con veneras,
tenía una función acústica:
el sacerdote oficiaba de espaldas a los feligreses
y el sonido rebotaba y subía como una pelota
de ping-pong, cayendo sobre los fieles. |
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| Nada más cruzar el umbral, nos encontramos
con un espectacular aguabenditero de mármol
rosado de la isla. La costumbre de santiguarse con
agua bendita suponía para los fieles una
limpieza interior simbólica a la hora de
entrar en el recinto sagrado. |
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| Una escalera de madera da acceso a la estilizada
trona, con su sobria combinación de madera
y dorados. |
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El acceso a la sacristía se hace a través
de un portal con una talla de estilo barroco en
el que motivos florales enmarcan el escudo con
el emblema de Cristo, el Crismón.
Sobre el portal, un juego de molduras distráe
la atención sobre las juntas del arco adintelado. |
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El interior de la sacristía esconde
un secreto: un insólito arco
catenario por un lado que al abocinarse, se
convierte en un arco en gola o escocés
por el otro.
El arco escocés, habitual en en Reino
unido, no lo es por estas tierras. Una prueba
más de que un arquitecto de la talla de
Bartomeu Ferrá no puede evitar dejar una
impronta personal, aunque sea en un lugar tan
discreto. |
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