Propiedad privada: no
visitable.
A final de la calle del
mísmo nombre, Las casas de Can Ros todavía
se resisten a integrarse en el casco urbano, en
el límite del pueblo. En el patio encachado
("enmacat") un emparrado metálico
lleva la fecha de 1888
( Img:Patio de la rectoría.
Muro adosado a la iglesia.) |
|
| El primitivo portal de medio punto ha sido rebajado
por el intradós, y convertido en otro de
arco rebajado, como se puede comprobar por la disposición
de las juntas. Las jambas son de piedra viva y las
dovelas de marés. A ambos lados, el habitual
banco de piedra, "pedrís", combinado
con escalones a modo de "colcador" para
subir a los caballos. |
 |
| Aquí vemos remarcado en azúl la
forma original del arco: un arco de estilo gótico
catalán, conocido como "portal forá".
La mutilación de arcos de medio punto y su
reconversión a arcos escarzanos es típica
de los siglos XVIII y XIX. |
 |
Sobre el banco de obra, la "baula"
de hierro forjado, un diseño tradicional
que permite atar las riendas de las caballerias. |
 |
Sobre el portal, un balcón hecho con
tres inmensas piedras de marés tallado
y moldurado muestran la destreza de los maestros
picapedreros rurales. |
 |
Traspasado el umbral, unas espléndidas
bóvedas de arista enyesadas hacen juegos
de sombras sobre la estancia. |
 |
AL igual que vimos en
Can Verger, las bóvedas
son atrevidamente recortadas para dar acceso al
piso superior, sin ningun tipo de problemas. Las
soluciones constructivas se suelen encontrar en
casas cercanas por la sencilla razón de
que al visitar a los vecinos, uno puede constatar
la efectividad y solidez de las soluciones técnicas
y aplicarlas posteriormente en la suya.
Una sutíl barandilla
de hierro forjado y los boseles de madera de los
escalones destacan sobre el blanco inmaculado
de la cal. |
 |
| En la cocina, un sencillo anaquel de marés
encalado sostiene los platos de barro. |
 |
Al otro lado de la cocina, unos propietarios
llenos de sensibilidad han realizado una reforma
impecable, colocando una segunda repisa de obra
exáctamente con el mísmo diseño.
El resultado, como no podía ser de otro
modo, es que resulta imposible distinguir cual
de las dos repisas es la antígua y cual
la "moderna" a pesar de que hay más
de 100 años entre ambas.
La arquitectura tradicional es la antítesis
de la llamada "arquitectura de autor".
Aquí lo que prevalecen son los diseños
discretos, efectivos, estos que quedan grabados
en la retina, casi geneticamente, desde la mas
tierna niñez. |
 |
Bajo la repisa, el "gerrer", nicho
excavado en la pared con repisa de piedra, destinado
a guardar la "gerra" de agua, equivalente
balear del botijo peninsular, que comparte con
este la propiedad de mantener fresca el agua en
verano.
Los tomates de invierno "domátigues
de ramallet", comparten espacio con el aceite
de oliva, ingredientes vitales de nuestro "pa
amb oli" el pan con aceite isleño. |
 |
Compartiendo espacio con el "gerrer",
el "rentador", otro espacio tradicional
de la cocina rural: un nicho con una gran pica
rectangular de piedra de poca profundidad, sobre
la que reposan las dos "ribelles", jofainas
de barro en donde se lavan los platos y enseres
de cocina.
Una estética irrepetible que habla del
aprovechamiento inteligente del espacio y de una
funcionalidad innegable. |
 |
En la almazara, las cabezas de las vigas muestran
una ingénua muestra del sentido artístico
de los sencillos habitantes de estas tierras.
¿ era necesario realizar una talla artística
en una prensa de trabajo? Posiblemente no, pero
el que lo hizo no la veía "terminada",
por lo que se entretuvo en adornarla.
La talla imita los diseños de las terminaciones
de las vigas que forman los
aleros en la Palma vieja. Concretamente este
lo podemos ubicar con total precisión (
Carrer San Jaume).
De esta forma, los diseños "nobles"
se democratizan y van impregnandola arquitectura
vernacular. |
 |
La fecha tallada no ofrece dudas sobre la antiguedad
del ingenio: 1772, como tampoco del profundo amor
de las distintas generaciones de propietarios,
que han preservado cuidadosamente estos pequeños
tesoros etnológicos, en una muestra de
respeto por el trabajo de sus mayores.
El vender herencia a cambio de dinero siempre
resulta en un empobrecimiento del vendedor, más
allá del beneficio económico. El
dinero se vá, el patrimonio permanece. |
 |
En la misma estancia, otras maquinas nos hablan
de innovaciones técnicas del siglo XIX
con sus grandes volantes de hierro fundido y correas
de cuero- El mundo estaba cambiando y este cambio,
aunque ralentizado y tarde, tambien acababa por
llegar a las islas.
Es la época del Archiduque Luis Salvador
, que elige vivir aquí y que refleja fielmente
un mundo que se desvanece en su obra "Die
Balearen", publicada en 1897. |
 |
En el suelo de la tafona descansan tambien
las viejas herramientas y utiles agrícolas
de tantaño, como los "carretons
de batre" largas piedras cónicas
talladas en forma de estrella de 8 puntas, que
se utilizaban para trillar en la era.
Al fondo vemos un diseño posterior: unos
"entrecavadors", con apariencia de instrumento
de tortura medieval, pero de´uso más
prosaico: ablandar nuevamente el terreno sembrado
de cereal. Cuando este tenía un palmo de
altura, el campesino retiraba las hierbas, pero
tambien pisoteaba el sembrado. Una pasada con
los "entrecavadors" desapelmazaba las
tierras permitiendo al terreno absorber la humedad
de los rocios y lluvias primaverales.
Ver página de los
"carretons de batre". |
 |
Interesante solución técnica
para un arco: el maestro de obra disponía
únicamente de 4 piedras para tallar dovelas
largas. Soluciona el problema colocandolas a ambos
extremos, donde la presión es mayor, y
disponiendo un encaje de dovelas cortas en el
centro. El resultado, tanto desde el punto de
vista formal como técnico, ha sido excelente.
Los condicionantes económicos y técnicos
dan lugar a soluciones nuevas. Algunas de estas
calan en la comunidad y lentamente provocan la
modificación de los estilos tradicionales.
Es un fluir lento, en el que los maestros encaran
los problemas como la naturaleza se adapta al
cambio: solo los mejores diseños sobreviven.
Los que quedan obsoletos,o se demuestran ineficientes con el tiempo, simplemente se extinguen.
Bajo la balustrada de barro, dos discretos canales
de piedra desaguan la terraza superior. |
 |
| En el interior, una bóveda de cañón
de medio punto sostiene la terraza. Al fondo, las
viejas guarnicionerías de cuero esperan inutilmente
la llegada de las caballerías. Definitivamente,
los tiempos han cambiado. |
 |