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(Ajuntament de Calvià)
La possessió de Mofarés, hasta ahora
funcionando como agroturísmo, vuelve a servir
como residencia familiar para la familia que la habita
actualmente.
| Nada más traspasar el portal forá,
nos encontramos con una excelente muestra del tradicional
"enmacat", encachado de guijarros, enmarcado
con fajas de piedra tallada, formando cuadrados. |
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| A ambos lados sendos "predíssos",
bancos corridos de piedra proporcionan asiento a
la sombra de la bóveda de arista. El diseño
en corredor crea una corriente natural de aire muy
adecuado para los calurosos veranos. |
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| A la izquierda, un diseño engañosamente
sencillo, la "baula", aldaba de puerta,
con infinitas variantes a partir de una misma forma
básica, privilegio del herrero de pueblo,
que los personalizaba a gusto del cliente. |
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| Tras la puerta, descubrimos un fuego de leña
y el horno, bajo por un tabicado destinado a recoger
los humos, sostenido por pies derechos de madera.
La curva grácil del arco enmarca el recinto
como si se tratara de un cuadro. |
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| En la clasta, nuevos distintas combinaciones de
"enmacats" proporcionan ritmo al patio.
Gracias al microcrima creado por las cuatro paredes
que lo cirundan, las plantas se muestran esplendidas
en sus macetas de barro. |
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Esta ventala situada justo bajo el alero, imprescindible
en las casas tradicionales, tiene un elemento
disonante: la persiana. De una sola hoja además,
en lugar de las dos habituales. Evintemente, se
trata de un añadido posterior.
Además de romper la estética del
marco de piedra, resulta innecesaria, ya que el
diseño es intencionado: su posición
bajo el alero impide el paso del sol del verano,
alto en el horizonte, mientras que permite el
paso del agradable sol de invierno, bajo en el
horizonte. Es decir, uno de tantos diseños
tradicionales ahora revalorizados en la arquitectura
bioclimática. |
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| Como toda "possessió" que se
precie, Mofarès tiene su propia "tafona"
(almazara) donde se muelen las aceitunas y se extrae
el aceite de oliva. En este caso, se trata de una
"moderna" maquinaria del XIX, que demuestra
que la revolución industríal llegó
hasta el más escondido lugar de la isla. |
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En otra parte de la estania, una muestra de
la increíbble presión que soportaban
las prensas: el "quintar" literalmente
partido en dos por la fuerza tensora de la viga,
que hace trabajar a tracción a la piedra.
(1)
Evidentemente, una pieza tán valiosa no
era fácil de reponer. Cual si fuera una
olla o "ribella" de barro, se reparó
con grapas y siguió funcionando durante
años.
(1) La piedra siempre trabaja a compresión,
s ofreciendo una resistencia casi infinita. En
cambio a tensión trabaja mal. |
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En los laterales, los "cubs", depósitos
rectangulares construídos con bloques de
piedra viva, servían para almacenar el
aceite de oliva, que junto con el pán formaban
la base de la pirámide alimentícia
del payés mallorquín.
Resulta interesante observar que, si bien el
vino se almacenaba en madera, el aceite siempre
se almacenaba en piedra. En el primer caso, la
madera aporta aromas y sabores al vino. En el
segundo caso, la piedra permite al aceite mantener
los suyos, en un envoltorio fresco e impenetrable,
umbrío. |
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Volviendo al exterior , no podemos menos que
admirar esta hermosa rampa con escalones situada
en el lateral de la casa.
Como siempre, los suelos de piedra no sirve únicamente
para permitir un paso limpio y libre de barro,
sino que crecogen el agua de lluvia y la canalizan
hacia los aljibes, como atestígua el canal
que corre hacia lzquierda, al pie de la rampa.
Este mismo diseño básico lo enontraremos
en todos los caminos de montaña, cortado
a tramos regulares por canales trasversales que
en este caso, tienen la misión de expulsar
de la calzada un exceso de agua que podría
deteriorarla. |
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Ver
Claret
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